Cientos de gazatíes caminan hacia la guerra en la Franja tras pasar días detenidos. El conflicto les pilló trabajando en territorio israelí y nunca les dejaron volver. "Nos arrestaron sin zapatos, sin móvil y sin dinero hasta hoy", cuenta un hombre.

Una cinta en sus muñecas les dejaba claro que ya no eran trabajadores, sino detenidos. "Estaba en Nazaret trabajando y me arrestaron y me llevaron a prisión", expresa otro hombre. Ahora, los gazatíes denuncian torturas y vejaciones: "Estuvimos esposados durante días bajo el sol, sin agua, ni comida". Sin embargo, lo peor para ellos ha sido sentir que habían abandonado a sus familias en Gaza. Por eso, muchos agradecen volver ahora, aunque su vida esté en juego.

Cerca de 150.000 palestinos de Cisjordania y Gaza atraviesan cada día unos 'check points' para ingresar en territorio israelí. Israel no los quiere dice el médico Mohamed Odeh, pero los necesita. "Han intentado sustituirles por trabajadores de otros países, como China, pero les resultaba muy caro", señala Odeh.

Los palestinos también necesitan trabajar en territorio israelí, ya que su economía está completamente ahogada, aunque lo hacen sin derechos y sin seguro médico. "Si un trabajador palestino con un permiso de trabajo en Israel se cae en su lugar de trabajo, la factura la paga la autoridad palestina", expresa el médico.

Desde que comenzó la guerra, ningún palestino ha conseguido entrar en territorio israelí hasta hace dos días, que "han permitido la entrada de casi 2.000 trabajadores". El resto siguen sin poder aportar nada a sus familias.