Crímenes del nazismo

Los restos de Josef Mengele, el 'Ángel de la Muerte' de Auschwitz, olvidados en una caja de plástico en São Paulo

El contexto
Mengele fue responsable de los campos de exterminio de Birkenau y Auschwitz y experimentó con seres humanos para sus estudios científicos.

Josef Mengele, el 'Ángel de la Muerte' de AuschwitzJosef Mengele, el 'Ángel de la Muerte' de AuschwitzGetty

Los restos óseos de Josef Mengele, uno de los mayores criminales de la Alemania nazi, yacen olvidados en una caja de plástico en el Instituto Médico Legal de São Paulo. Mengele, conocido como 'el Ángel de la Muerte' de Auschwitz, vivió escondido durante casi dos décadas en Brasil hasta que murió el 7 de febrero de 1979.

Con motivo del 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, que se celebra este jueves, los restos del médico y exoficial de las SS están en una "estantería reservada" del Departamento de Seguridad de São Paulo.

Cada uno de los huesos está "embalado individualmente e identificado por un número", según la Secretaría de Seguridad. No obstante, no ha trascendido si están todos los restos mortales de Mengele ni cuál será el destino definitivo de este médico, que fue responsable de los campos de exterminio de Birkenau y Auschwitz y experimentó con seres humanos para sus estudios científicos.

Según la Policía Técnico-Científica de São Paulo, los restos de Mengele están "bajo la custodia del Instituto Médico Legal", ya que "se trata de un cadáver que no fue reclamado por familiares".

Además, según explican los principales responsables policiales, la legislación brasileña impide deshacerse del cadáver, por lo que, si nadie lo reclama, los restos permanecerán bajo control de las autoridades brasileñas.

La fuga de Mengele en Brasil

Mengele vivió 34 años oculto tras la caída de la Alemania nazi en 1945, 18 de ellos en Brasil. Lo hizo siembre utilizando identidades falsas, ya que estaba perseguido internacionalmente. Murió en 1979 por un accidente cerebrovascular.

En 1985, una investigación coordinada por la República Federal Alemana, Israel y Estados Unidos descubrió el lugar en el que estaba enterrado el médico nazi, y en 1992 se verificó su identidad en un examen genético. Sin embargo, su familia se negó a repatriar sus restos a Alemania, por lo que permanecen almacenados en el Instituto Médico Legal de São Paulo,​ donde son utilizados por estudiantes de medicina forense.