Con tal solo nueve años y sin mostrar su rostro a cámara por petición de sus padres, uno de los menores supervivientes al tiroteo en el colegio de Primaria de Uvalde, en Texas, ha explicado cómo el atacante entró en su aula y abrió fuego.
"Entró, se agachó un poco y dijo: ¡es hora de morir!", ha expresado el pequeño, que ha indicado que le parecía estar en una película: "Cuando vi las balas en el suelo, me di cuenta que era real".
Asustado, se escondió debajo de una mesa con un amigo para que el tirador, Salvador Ramos, no les descubriera. "Me estaba escondiendo y le dije a mi amigo que no hablara porque nos iba a escuchar", ha explicado el menor, que fue testigo de cómo asesinaban a sus profesoras y compañeros.
Una de las menores asesinadas fue Amerie García, una alumna que intentó llamar a emergencias para informar de lo que estaba ocurriendo, pero fue abatida por el atacante. Ángel Garza, padrastro de la menor, también ha hablado devastado ante cámara: "Solo quiero a mi bebé en casa, no me importa nada".
La abuela de la víctima , Nelda, explica rota de dolor cómo su nieta Amerie era un niña risueña y cariñosa que en dos semanas habría cumplido 10 años: "Siempre que llegaba y me decía: 'abuela, te quiero'".
Ahora, cruces blancas con los nombres de los asesinados lucen en memoria de las 21 víctimas a las puertas de la escuela, mientras los familiares y allegados se preguntan por qué la policía no entró antes en el aula, ya que Salvador Ramos pasó más de 40 minutos en el interior.