El número de muertos tras el hundimiento de una barcaza el pasado jueves en la costa de Tartús, en Siria, se eleva a 87. Las operaciones de rescate continúan para encontrar a otros cincuenta desaparecidos, que viajaban en dirección a Europa.
"La cifra de víctimas mortales del barco que se hundió frente a Tartus ha ascendido a 87, mientras que 20 supervivientes están siendo tratados en el hospital", dijo la oficina de prensa del ministro de Transporte libanés, Ali Hamie, en un comunicado reproducido por la agencia de noticias oficial del Líbano, ANN. La agencia indicó que la Cruz Roja libanesa recibió los cadáveres de siete nacionales del Líbano y de otros dos palestinos después de que sus familiares identificaran los cuerpos.
La barcaza transportaba a más de 150 personas
Algunos de los supervivientes confirmaron a la ONG que la barcaza transportaba a más de 150 personas que tenían la intención de llegar a Italia, Chipre u otros países europeos.
El pasado 23 de abril se hundió otra embarcación cargada de migrantes desesperados por dejar atrás la grave crisis económica del Líbano, y los equipos de rescate pudieron salvar con vida a unas 45 personas y recuperar al menos una decena de cadáveres.
Casi el 80 % de los libaneses viven por debajo del umbral de la pobreza, mientras que cerca del 90 % de la comunidad refugiada siria en el país sufren pobreza extrema y buena parte de ellos están afectados además por la inseguridad alimentaria, de acuerdo con datos de la ONU.
Desde 2020, cuando se agravó la crisis económica desatada en el Líbano un año antes, se ha disparado la salida de embarcaciones ilegales que tratan de llegar a Chipre con el objetivo de alcanzar posteriormente otros países europeos.
Según la ONU, aquel año partieron al menos 38 barcos con más de 1.500 pasajeros, más del 75 % de los cuales fueron interceptados por las autoridades o devueltos a tierra.