Un simple pinchazo salvará 600.000 vidas cada año. Se trata del milagro de la vacuna de la Malaria, que ha empezado a inocularse en Camerún. Cada año se registran cerca de 200 millones de casos, la mayoría en África. Un pequeño camerunés ha marcado la historia del futuro en África. "En cuanto pongamos la cuarta dosis, la malaria ya no será grave y sus hijos no morirá", explica una enfermera desde allí.

El milagro ha tardado décadas. Aunque esto no quiere decir que haya que desechar el resto de medidas preventivas. "La eficacia de la vacuna es mucho más alta si se combina con otros medios de prevención, como la mosquitera o el repelente", sostiene Patricia Postigo, referente de vacunas y epidemias de Médicos Sin Frontera.

En el mundo hay 250 millones casos de malaria y 600.000 muertes, el 94% se producen en África en niños menores de 5 años. Este desastre se repite año tras año, sobre todo en la época de lluvias. El culpable es el mosquito Anopheles. Ya hay remedio para el más peligroso y formará parte del programa de vacunación infantil. Pero los expertos insisten en la necesidad de preparar a la población. "Hay que sensibilizar a curanderos, familias...", añade la experta.

África es la cuna de este mosquito. Pero Latinoamérica no está exenta de ellos. Brasil, Colombia o Venezuela son los países más afectados. Desde MSF de Venezuela, Melfran Herrera segura que ya se está trabajando. "Desde 2021 se ha reducido en un 60% en la casuística y en los dos últimos años no hemos tenido mortalidad por malaria", añade. Pero lo más peligroso no es el mosquito, pues allí sus infecciones no son letales. Lo peligroso es la falta de medios y personal cualificado.