Las autoridades portuguesas investigan lo ocurrido en un convento de la localidad de Vila Nova de Famalicao, en el norte del país, donde un cura y tres monjas son sospechosos de agredir y esclavizar a varias novicias en los últimos diez años, según informa la prensa lusa.
El caso es noticia de portada y fue confirmado por la propia archidiócesis de Braga, a la que pertenece la Fraternidad Cristo Joven, la comunidad religiosa bajo investigación.
Esta comunidad, de perfil ultraconservador, no permite la entrada de mujeres que vistan pantalón ni hombres con barba o el pelo largo, de acuerdo con medios portugueses, y fue fundada en 1978 como una 'asociación de fieles' por el sacerdote considerado ahora sospechoso por la Justicia.
La Policía Judicial acudió a sus instalaciones para realizar un detallado registro y se incautó de documentación. El caso comenzó después de que en 2012 una novicia se suicidara en el convento, tras lo que tres de sus compañeras de entre 20 y 30 años presentaron una denuncia contra la institución.
Las denunciantes aseguran haber sido agredidas y esclavizadas por el cura y por las tres monjas, que supuestamente las castigaban físicamente y les impedían comer y ver a la familia. Los cuatro acusados fueron declarados oficialmente sospechosos por las autoridades judiciales y deberán declarar ante la Fiscalía.