Día uno de la guerra comercial

La guerra comercial de Trump devuelve al mundo un siglo atrás: aranceles de 1909 en pleno 2025

Los detalles
Lo que estamos viviendo es tan descabellado que tenemos que retroceder más de un siglo para encontrarnos un nivel de aranceles parecido al que tenemos hoy. Entonces, todos los productos se encarecieron.

Trump nos hace retroceder

El mundo ha cambiado desde la medianoche del martes al miércoles. Con la entrada en vigor de los nuevos aranceles de Donald Trump, individualizados por países, la globalización cede terreno a una guerra comercial liderada por las dos grandes potencias del planeta: Estados Unidos y China. Un conflicto iniciado por el país norteamericano, cuyo presidente no muestra voluntad alguna de girar el volante, con el gigante asiático al otro lado.

Así, los productos chinos ya tienen que pagar un arancel del 104% para vender a Estados Unidos, con lo que su precio se duplica. La respuesta china ha llegado este miércoles, imponiendo un 84% de gravamen a los productos estadounidenses a partir de este jueves. Una represalia de la que Pekín venía avisando.

Esta guerra comercial sitúa el arancel medio de Estados Unidos por encima del 22% y nos hace retroceder más de 100 años atrás. Concretamente, a 1909, cuando el arancel medio en Estados Unidos llegó al 23%, algo que encareció todos los productos: la ropa, el azúcar, el acero y el hierro, la lana y los productos agrícolas.

Pero la guerra no termina aquí, porque este mismo miércoles los países de la Unión Europea votan la lista de productos de Estados Unidos a los que impondrán aranceles como respuesta a los gravámenes que la Administración Trump ya aplica al acero y el aluminio.

Una respuesta europea a una guerra que los países del bloque comunitario no desean ni han comenzado.

"Nadie gana con las guerras comerciales. Todos los países perdemos", ha advertido en este sentido el presidente español, Pedro Sánchez, de visita oficial en Vietnam este mismo miércoles.

Mientras tanto, el mundo asume que tendrá que pagar más por todo y un ejemplo de lo más simbólico es el iPhone, que se calcula va a encarecerse un 30%. Un primer golpe a Apple, que ha dejado de ser la empresa más valiosa del mundo, título que ostentaba desde el año 2011.