Los clásicos carricoches Silver Cross son ahora el centro de una disputa internacional. Son los cochecitos más famosos que arropan con sus grandes ruedas y su capazo a los bebés de alta cuna en Gran Bretaña.
Un tradicional y elegante carrito para los miembros de la realeza que ahora están en el punto de mira.
La controversia gira alrededor de estos glamurosos cochecitos. El presidente de la firma, Alan Halsall, ha mostrado su enfado porque la venta de sus conocidos carritos de capota se han prohibido en Francia.
Parece ser que no cumplen con una medida de seguridad implantada unilaterlamente por leyes francesas, por lo que ha dejado de comercializarse en 60 tiendas.
El presidente de la marca señala que sus carritos cumplen todos los requisitos exigidos por la Unión Europea.