La escuela Max Rayne Hand de Jerusalén, a la que asisten unos 600 niños árabes y judíos, ha sido incendiada en un supuesto ataque que tendría motivos de odio, al haber aparecido pintadas en contra de la integración de estas dos comunidades. El que es el mayor centro de educación bilingüe árabe-hebreo de Israel ha quedado destrozado. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha señalado que no va a tolerar que actos de este tipo compliquen "la restauración de la paz".
Una escuela árabe-hebrea en Israel ha sido incendiada en un ataque racista