La escaladora iraní Elnaz Rekabi ha reaparecido en Teherán la madrugada del miércoles, después de competir en Corea del Sur sin usar el velo obligatorio que se exige a las atletas de la República Islámica. "Quiero explicarlo. Debo decir que todo se ajusta a lo que expliqué en Internet. Fue completamente involuntario. Creo que mi historia (de Instagram) lo explicó completamente", ha indicado en un vídeo en el que se puede ver cómo diversos periodistas y ciudadanos recibían a la deportista en el Aeropuerto Internacional Imam Khomeini, en las afueras de Teherán.

"Me llamaron inesperadamente y tenía que competir. Estaba ocupada poniéndome los zapatos y el equipo técnico y eso hizo que me olvidara de ponerme el hiyab que tenía que usar. Luego fui a competir", ha destacado Rekabi: "Afortunadamente, regresé a Irán con la mente tranquila, aunque pasé por mucha tensión y estrés, hasta ahora, gracias a Dios, no ha pasado nada".

Ante las preguntas sobre dónde ha estado durante las horas posteriores a la competición, Rekani ha respondido que el equipo regresó a Irán "de acuerdo con el plan": "Hasta este momento todo ha estado sucediendo de acuerdo con el plan", ha añadido.

Algunos vídeos compartidos en redes sociales mostraron multitudes coreando el nombre de Rekabi, de 33 años, y llamándola heroína. En la grabación se puede ver cómo Rekabi entró en una de las terminales del aeropuerto, aparentemente filmada por las cámaras de la televisión estatal, recibió flores de un espectador y siguió caminando. Fuera le esperaba una camioneta que la condujo lentamente a través de la multitud reunida mientras la vitoreaban. Según la embajada iraní en Corea del Sur, Rekabi partió de Seúl en un vuelo el martes por la mañana.

La aparición de Rekabi sin hiyab en la competición del domingo se producía en plenas protestas provocadas por la muerte bajo custodia policial de Masha Amini, de 22 años, el pasado 16 de septiembre. Mahsa Amini fue detenida por la policía de moralidad del país por no llevar correctamente el hiyab, y su muerte ha desatado una oleada de reivindicaciones por parte de las mujeres del país.

Las manifestaciones, que atraen a niños en edad escolar, trabajadores petroleros y a diversos sectores de población a las calles en más de 100 ciudades, representan el desafío más serio para la teocracia de Irán desde las protestas masivas que rodearon las disputadas elecciones presidenciales de 2009.

La preocupación por la seguridad de Rekabi después de que decidiera competir sin el hiyab se extendió hasta este martes, cuando aparecía una publicación en su cuenta de Instagram en la que, presuntamente, la deportista describía que no había tratado de hacer ninguna reivindicación, sino que no había usado hiyab porque no le dio tiempo a ponérselo, aunque se desconoce si realmente esas declaraciones fueron escritas por la propia deportista o bajo qué condiciones lo hizo.

El gesto de la escaladora ha sido visto como una valiente muestra de apoyo a las mujeres de su país que llevan semanas protestando contra la obligatoriedad de llevar el velo tras la muerte en septiembre de la joven Mahsa Amini, tras ser detenida por llevar mal el velo. Antes de su llegada a Irán, la embajada iraní en Seúl había negado "todas las noticias falsas y desinformación" relacionada con la deportista, a quien según medios como la BBC se le había retirado el pasaporte y el teléfono.

Las protestas desatadas por la muerte el 16 de septiembre de Amini están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de "mujer, vida, libertad", que lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica y algo impensable no hace mucho. Las protestas han ido evolucionando conforme las autoridades han reaccionado: comenzaron con medianas movilizaciones en docenas de ciudades para pasar a las universidades, y de ellas a pequeñas concentraciones, esporádicas y dispersas por las calles, para volver a las facultades. La ONG Irán Human Rights, con base en Oslo, ha registrado 108 muertos, entre ellas 23 menores, de 11 a 17 años. Además, hay miles de detenidos, entre ellos exfutbolistas, activistas, abogados y cantantes, algunos de los cuales han sido puestos en libertad bajo fianza.