El lanzamiento, normalmente llevado a cabo por un Hércules C130, fue revelado pocas horas después de tener lugar en el distrito de Achin a las 19.32 hora local (15.02 GMT), una premura poco habitual en operaciones de este tipo.

La provincia de Nangarhar, en el este afgano y cerca de la frontera con Pakistán, es la remota región que la que los yihadistas del EI se han asentado para ampliar su presencia en la que llaman provincia de Jorasán (parte de su autoproclamado califato).

"El bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas estadounidenses que desarrollan operaciones sobre el terreno en esa zona, al tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del EI-Jorasán", explicó el Pentágono en un comunicado.

"Esta es la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el ritmo de la ofensiva contra el EI-Jorasán", explicó el general John W. Nicholson, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, quien recordó que los yihadistas han estado trabajando en defensas subterráneas y búnkers.