La Comisión Nacional de Sanidad de China ha informado de que no se han certificado nuevas muertes por coronavirus en su territorio durante el lunes, cuando los casos graves de infectados por el COVID-19 se han reducido hasta los 211, la cifra más baja desde enero.

Según los datos oficiales, durante las últimas semanas la cifra oficial de muertos se ha mantenido constante por debajo de la decena, y la mayoría de los decesos se han producido en la cuna de la pandemia, la ciudad de Wuhan, donde ahora quedan, según la fuente, 181 pacientes infectados en estado grave.

Además, las autoridades sanitarias chinas han indicado que, hasta la pasada madrugada local (16.00 hora GMT del lunes), se diagnosticaron 32 nuevos casos, todos ellos provenientes del extranjero, frente a los 39 (38 de ellos "importados") registrados en la víspera.

A pesar de estos nuevos casos, el número total de infectados "activos" en el país asiático ha descendido hasta los 1.242, ya que el número de pacientes dados de alta acostumbra a ser mayor que el de nuevos contagios.

De este modo, el número total de infectados diagnosticados en China desde el inicio de la pandemia es de 81.740, entre los que han perecido 3.331 personas y, por el momento, se ha dado de alta a 77.167 personas tras haber superado con éxito la enfermedad.

Desde que ésta empezó a azotar con severidad el resto del planeta, son muchos los ciudadanos chinos que han regresado a su país, donde la pandemia COVID-19 -siempre según las cifras oficiales- parece más controlada. De ahí, el repunte de los casos "importados" en las últimas semanas, ya que muchos proceden de otros focos mundiales del virus.

Hasta la fecha se ha realizado seguimiento médico a 714.720 contactos cercanos con infectados, de los cuales 14.499 continúan en observación, y de ellos, 89 serían casos sospechosos de haberse contagiado del coronavirus.