La decisión de Rankin,
que ha indicado que busca un punto medio entre los que se oponen a esta
práctica y los veredictos de los tribunales europeos que buscan garantizar los
derechos de las parejas homosexuales, representa un duro revés para la
legalización del matrimonio homosexual en la región.
Bajo la nueva legislación,
que había sido aprobada previamente por el Congreso y el Senado de Bermudas,
cualquier ciudadano puede crear una vida conyugal acorde con los derechos que
ya se le habían garantizado previamente.
Según el gobernador, la
ley ofrece las mismas garantías "equivalentes" que aquellas que poseen
las parejas heterosexuales. "El gobernador Rankin y el Parlamento de
Bermudas han convertido desgraciadamente al territorio en ser el primer lugar
en el mundo en revertir la igualdad en el matrimonio", ha aseverado Ty
Cobb, director del grupo Human Rights Campaign, que defiende los derechos de la
comunidad LGTBQ.
Asimismo, Cobb ha
indicado que la "decisión acaba con el derecho de las parejas homosexuales
a casarse y secuestra la reputación a nivel internacional de Bermudas así como
su economía", según ha recogido la cadena de televisión estadounidense
NBC.
"A pesar de esta
acción deplorable, la lucha por el matrimonio igualitario en Bermudas seguirá
hasta que todos tengan garantizado que pueden casarse con la persona a la que
quieran", ha añadido.