Autobuses vacíos con los motores en marcha esperan a sus pasajeros, pero no llegan. En estos vehículos, decorados con imágenes de Al Assad, debían ir los civiles y los rebeldes evacuados del este de Alepo. Al final, los autobuses han tenido que dar media vuelta, y volver vacíos.

Los opositores culpan de esto al régimen sirio. Aseguran que todo se ha paralizado porque Al Assad quiere una lista con el nombre de los evacuados, y porque Irán, quiere que se evacúe a la población cercada por islamistas en dos localidades chiíes de Idlib.

El acuerdo no se ha cumplido. Ni se hará, según teme un periodista que está ahora mismo en Alepo. "No habrá evacuación civil ni de combatientes. No hay solución", explica Tomás Alcoverro.

Este martes se anunciaba un alto el fuego que apenas ha durado unas horas. Así contaban lo ocurrido en las últimas horas ciudadanos en mitad del asedio. "Estamos expuestos a un genocidio en la ciudad", señalaba una joven.

Los presidentes de Turquía y Rusia van a hablar para tratar de salvar el acuerdo. 15.000 personas están a la espera de esa conversación para poder escapar del infierno.