Estudio de CEAM

Los días de olas de calor en la región del Mediterráneo se multiplican: ya son el 6% de los días de verano

El contexto La investigadora del CEAM Samira Khodayar dio estos datos en un encuentro sobre eventos hidrológicos extremos organizado por el CSIC. Y sí, es un efecto del cambio climático.

Una joven bebe agua en plena ola de calor.Una joven bebe agua en plena ola de calor.EP

Hay quien todavía duda sobre los efectos del cambio climático, pero lo cierto es que en los últimos años se están notando sus efectos a una velocidad aún mayor. Y en algunas regiones más que en otras. Esto es precisamente lo que ha explicado la coordinadora e investigadora del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) Samira Khodayar en un evento sobre eventos hidrológicos extremos organizado por el CSIC, en el que ha señalado cómo la región del Mediterráneo se está calentando un 20% que el promedio y nuestro mar Mediterráneo, entre dos y tres veces más que otros océanos.

En concreto, ha hecho referencia a las olas de calor, uno de los "fenómenos extremos con más impacto". La conferencia tuvo lugar el pasado 13 de mayo, semanas antes de la primera ola de calor del año, un periodo en el que se ha batido algún que otro récord: el domingo de la ola de calor fue el 29 de junio más cálido de los últimos 50 años. "Las olas de calor se han magnificado: vemos que son más frecuentes, más intensas y más duraderas", explica la investigadora, lo que hace que se conviertan en "amenazas" cada vez mayores "para la seguridad humana y los ecosistemas".

En su intervención, Khodayar hace referencia a los estudios a escala local, que han permitido "llegar a la conclusión de que en lo que se refiere a la península ibérica, las olas de calor son el doble de frecuentes en el interior", pero también lo son un "65% más en las zonas costeras". Y en el Mediterráneo se mantienen las mismas tendencias. Ahora bien, otro análisis al que hace referencia, esta vez cuantitativo, indica que en porcentaje, los días de calor en la región del Mediterráneo español eran un 1% en las décadas de los 40 y 50, mientras que en los últimos años es del 6%.

La investigadora subraya la importancia de lo que está ocurriendo y advierte de que nos encontramos ante "condiciones desconocidas" y que nadie puede decir con exactitud "qué nos espera en un futuro". "En la cuenca del Mediterráneo vivimos más de 500 millones de habitantes, la mayoría en zonas costeras", indica, lo que hace que el Mediterráneo represente un "caso crítico", en el que se entrelazan "la crisis climática y la vulnerabilidad humana y territorial".

Más noches calurosas, menos confort térmico

En su discurso, Khodayar recuerda que si bien el cambio climático es un "fenómeno progresivo y global" puede afectar a algunas zonas de manera más intensa. El Mediterráneo, una de ellas. "El aumento progresivo de la temperatura media global es una de las principales manifestaciones del cambio climático", recuerda; tanto es así que 2024 ha sido identificado como el año más cálido registrado hasta la fecha.

"Esto no es algo casual, sino estructural", indica, recordando que los diez años más cálidos "han tenido lugar desde 2018". "Nos muestra de manera clara un calentamiento acelerado del sistema": aumento de la temperatura atmosférica y de la marina, cambios en los patrones de precipitación, magnificación de fenómenos extremos y aumento del nivel del mar. "Todo esto tiene un impacto significativo en sectores como el agua, alimentación, salud humana, los ecosistemas seguridad o energía", apunta.

Si compramos la evolución de la temperatura global, vemos un aumento progresivo pero acelerado en el Mediterráneo: "Se ha estimado que ha aumentado 1,5 grados frente a la época preindustrial y si miramos a la península ibérica, el servicio estatal de meteorología (AEMET) nos dice que el aumento es de 1,7. Y en algunas zonas sabemos que se han superado, de manera puntual, los 2 grados".

Pero en este aumento de las temperaturas medias, apunta Khodayar, también han aumentado las "temperaturas nocturnas de manera significativa". Esto puede tener un "impacto importante en la salud humana", al registrarse una pérdida de confort térmico: en la última ola de calor, por ejemplo, se utilizó el término de noches tropicales, que hace referencia, según la explicación del meteorólogo de laSexta Francisco Cacho, a las noches en las que la temperatura no baja de 20ºC. Con tantas seguidas, el cuerpo no termina de 'descansar' del calor. Precisamente la definición de confort térmico, según el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de Murcia, es la sensación neutra con respecto al ambiente térmico, es decir, "cuando las personas no experimentan sensación de calor ni frío".