Varoufakis quería dejar muy claro que con el nuevo Gobierno, cambiaba la estrategia griega. Algo que se confirmó en su primera reunión con el ministro de Finanzas alemán. Schauble concedía un pequeño acuerdo.

Un giro griego en el fondo... y también en las formas. Con chupa de cuero se presentó en Downing Street durante la gira europea para vender su postura. Y en moto y sin escolta se mueve habitualmente por Atenas.

Varoufakis explicó a Jordi Évole el porqué de su imagen. Su figura siempre ha resultado antipática para la Troika. Y en las últimas semanas la inquina se convirtió en clamor. Por todos es sabido el 'encontronazo' entre Christine Lagarde y el ministro.

Ahora, unas horas después de la aplastante victoria del 'no' en el referéndum griego, Varoufakis deja el ministerio de Finanzas. Sabía que no podía seguir en el puesto. No después de llamar terroristas a aquellos con quienes hay que negociar.

Lo hace orgulloso de la impronta que ha dejado en la Troika. "Llevaré con orgullo la aversión de los acreedores", dice. Y muy a pesar de gran parte de los griegos.