En un comunicado, la entidad gallega especifica que este ajuste, que afecta también al grupo inmobiliario, la corporación industrial y el resto de actividades de NCG, puede variar durante los próximos años habida cuenta de que tiene dos años de plazo para vender EVO y el posible traspaso de personal al denominado "banco malo".

La red de oficinas de Novagalicia Banco se reducirá de 667 y 3.983 empleados a diciembre de 2012, a 454 oficinas y 2.960 trabajadores a finales de 2015, si bien mantendrá operativa la de Ginebra y las oficinas de representación en Venezuela, Argentina, México, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Suiza.

En cuanto a EVO Banco, la marca con la que opera el grupo fuera de Galicia, Asturias y León, y que cuenta con una red de 120 sucursales, deberá desinvertir su actividad antes del 31 de diciembre de 2014.

Asimismo, NCG Banco tiene que culminar el proceso de desinversiones en sus 170 empresas participadas hasta 2016, y transferir a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) o "banco malo" sus activos inmobiliarios: préstamos a promotores superiores a 250.000 euros y activos inmobiliarios adjudicados superiores a 100.000 euros.

Respecto al reparto de cargas y dividendos, Novagalicia canjeará los productos híbridos -participaciones preferentes y deuda subordinada- por acciones del banco, una vez recapitalizado. La participación correspondiente a cada emisión dependerá del tipo de producto y de interés.

Adicionalmente, los clientes con obligaciones subordinadas con vencimiento podrán optar por su canje en acciones o en un producto de deuda sénior. El cálculo final de las quitas se realizará tras la valoración económica de la entidad por operadores independientes y que se conocerá, previsiblemente, a lo largo del próximo mes de diciembre.

NCG Banco también estará afectado por restricciones en el posible pago de dividendos para salvaguardar su solvencia. En su comunicado, la entidad gallega destaca que el plan de recapitalización aprobado hoy por Bruselas le permitirá recobrar la rentabilidad a partir de 2013, con unos "índices sólidos" de solvencia y de liquidez.