Los sindicatos aseguran que esta situación se debe a una drástica reducción de personal sanitario. Según UGT, diez hospitales madrileños contaran con 1.366 camas menos este verano, un 18% menos que el resto del año.

Las listas de espera diagnósticas son interminables en el hospital Ramón y Cajal, "hay gente que está en una lista para hacerse un Tac de tres meses y son personas que tienen diagnosticadas una enfermedad grave", explica Luis Manzera, de la Sección Sindical CCOO Hospital Ramón y Cajal.

Ocurre lo mismo en el hospital de la Paz, donde los servicios de urgencias están colapsados, y se tiene miedo de que después de estos meses la situación siga igual. Mónica García, Portavoz de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid, asegura que "habrá que ver cuántas de las camas cerradas en verano se abren después, ya que el plan estratégico de cerrar camas en los hospitales públicos llevan meses haciéndose".

Aseguran que el objetivo de la Comunidad de Madrid es que los pacientes se cansen de tantas esperas y acaben acudiendo a la sanidad privada.