Christrine es la flamante nueva propietaria de una vivienda en Alcossebre. "Me ha gustado mucho, la he comprado hoy", asegura. Vino desde Francia y se enamoró de su casa nada más verla. "Me gusta mucho la arquitectura de la casa, el pueblo y la belleza de la naturaleza", añade.

Como ella turistas de toda Europa llegan para adquirir una segunda residencia cerca del mar. Una de cada cinco viviendas que se venden en la provincia de Castellón van a parar en manos internacionales. Ingleses, alemanes y franceses son los que lideran el ránking en localidades como Alcossebre o Peñíscola. Buscan playa y buen clima para pasar sus vacaciones o su jubilación.

Los turistas internacionales están movilizando el sector. En la provincia de Castellón, se han vendido un 23% más de viviendas en el primer trimestre de 2018 que en el mismo periodo de 2017: "Llevamos un año y pico en el que sobretodo el mercado internacional nos está apoyando para que podamos seguir adelante", explica Rafael Albert, fundador de la inmobiliaria Albert Villas.

De media se venden tres viviendas al día a compradores extranjeros en Castellón. "De cada diez clientes tenemos unos seis que son extranjeros", añade Albert. Una tendencia que va a seguir en alza y que amenaza con convertirse en una nueva burbuja inmobiliaria.