España y Suiza están negociando para que las cuentas opacas tributen. En otras palabras, el gobierno español quiere recaudar dinero a cambio de mantener el anonimato de los españoles que ocultan su dinero en el país helvético, llenar las arcas públicas a cambio de silencio. Expansión les pone nombre: son los "Acuerdos de Rubik".
Hacienda niega tajantemente esta negociación pero la responsable de asuntos fiscales en Suiza habla de conversaciones discretas.
Mediante estos acuerdos, una persona o empresa que tenga diez millones de euros en el país helvético entregaría hasta el 34% de su dinero a su país de origen a cambio de no revelar su identidad. Para Suiza el negocio es redondo pero los técnicos de hacienda dicen que lo verdaderamente rentable es perseguir el fraude.
Hacienda multa hasta con un 150% del valor a quienes tengan bienes en el extranjero sin declarar.
Sin embargo, Austria y Reino Unido han sucumbido a la oferta de Suiza y han firmado el acuerdo. El ministerio de Montoro dice que hacer invisibles a los defraudadores va en contra de su filosofía de transparencia.