El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha decepcionado a los mercados al anunciar estímulos monetarios menos agresivos de lo que habían descontado porque la entidad no es tan pesimista respecto a la economía de la zona del euro. 

Draghi ha explicado que estas decisiones, con las que quiere llevar la inflación hasta cerca del 2%, no se aprobaron por unanimidad, sino por una amplia mayoría. El consejo de gobierno del BCE decidió encarecer más su tasa de interés de depósito, por la que remunera el dinero a los bancos a un día, en 10 puntos básicos, hasta el -0,30 %. 

El BCE mantuvo su tipo de interés rector, el que cobra en las operaciones de refinanciación principales en la zona del euro, en el mínimo histórico del 0,05 %, y la tasa de interés de la facilidad marginal de crédito, a la que presta el dinero a un día, en el 0,30 %. 

Draghi anunció que la entidad prolonga el programa de compra de deuda pública y privada seis meses hasta marzo de 2017 pero que no aumenta el volumen mensual de compra. El BCE compra mensualmente desde marzo pasado deuda pública y privada de la zona del euro, sobre todo deuda soberana, por valor de 60.000 millones de euros. Por lo tanto, de momento, el BCE sólo ha decidido prolongar el programa de compra de deuda, lo que implica comprar 360.000 millones de euros más de bonos. Asimismo el BCE decidió incluir la deuda de gobiernos regionales y locales de la zona del euro en la lista de activos que podrán comprar lo bancos centrales nacionales.