Ya son cinco días los que lleva encadenada para reclamar su derecho a que le devuelvan el grado de invalidez del que disponía antes de mudarse a la comunidad de valenciana. Dolors Carrasquilla, madre de dos hijos, tiene una pensión por invalidez de 700 euros, con la que paga un alquiler y mantiene a dos hijos.
Dolors solicita que se le realice una nueva valoración médica, donde ella exige le sea concedida la gran invalidez que ya tenía reconocida en Cataluña. Si este reconocimiento no acaba produciéndose, asegura que comenzará una huelga de hambre para recuperar lo que es suyo.
Según los médicos que la atendieron, y la redujeron el grado de invalidez, ella "no estaba tan grave" algo incomprensible por Dolors, ya que "desde que me rebajan el grado he tenido ocho operaciones, y eso no es una mejoría como ellos alegan". Además de mantenerse encadenada, Dolors Carrasquilla pide firmas para acabar con los recortes que afectan a las personas con discapacidad. Estos recortes están suponiendo que los medicamentos que antes eran gratuitos ahora cuesten desde 1.500 euros a personas que disponen de una pensión inferior a los 1.000 euros.
Soraya Rodríguez, portavoz del Grupo Socialista, ha estado presente en el encadenamiento de Dolors, y ha manifestado que "lo que están haciendo con Loli es un recorte de derechos sociales miserables".