El padre de Sergio perdió su trabajo hace tres años. La familia arrimó el hombro y montaron una tienda que nació como taller de barrio. Ante la demanda, empezaron a vender bicicletas. De montaña, carretera, urbanas y eléctricas, hasta crear su propia marca.

Se ha incrementado un 7% el número de bicicletas y componentes vendidos durante 2014, pero para los comercios ciclistas el grueso de su negocio sigue siendo el taller y las reparaciones.

En otra tienda de Barcelona su negocio es otro: la fabricación de bicicletas que comercializan por todo el mundo. Han vendido un 5% más y han ampliado plantilla.

Ciclistas y comerciantes perciben el crecimiento del sector: "Se nota que esto va a más". "La gente hace más deporte que nunca y la usa para moverse por la ciudad".

Con los datos encima de la mesa, la patronal de la bicicleta concluye dos cosas: que el negocio está en los ciclistas urbanos. Y que la crisis se ha transformado en oportunidad.

Para los que usan la bicicleta para ahorrar, y para los que se reciclan profesionalmente en el sector. Pero avisan de una posible burbuja: "hay demasiadas tiendas y las tradicionales tendrán que ver cómo compiten contra las nuevas".

A fecha de hoy en España, sólo el 1,8% de los desplazamientos diarios se realizan en bicicleta. En Holanda, el 25.