Este tremendo golpe ocurría en mitad de uno de los mejores puntos del partido. El mexicano Álvaro Beltrán yace dolorido en el suelo después de haber destrozado la pared de vidrio de la pista de racquetball.

Mientras barren los trozos de cristal a su alrededor, Beltrán es llevado a los a vestuarios para ser atendido. "Tengo todavía vidrios en la pierna", reconocía después del partido.

Los cuidados fueron rápidos, tal como explica el propio Beltrán: "Me bañé y me estuvieron sacando pedacitos de vidrio. No podía tardar mucho. Tenía que volver al juego después de 15 minutos, si no me iban a forfitear -ser eliminado-".

Pudo continuar, pero pese a dejarse la piel, Álvaro Beltrán perdió el partido.