Excéntrico como él solo, Nick Kyrgios siempre se apunta a cualquier debate, polémica o controversia. El tenista australiano de 25 años, número 45 del ránking ATP, suele estar en la picota por la ausencia de medias tintas y pelos en la lengua a la hora de hablar.

Sin embargo, bajo ese caparazón de 'bad boy', Kyrgios guarda una dura historia, que ahora ha destapado en una entrevista concedida al 'Sunday Telegraph'.

En ella, Nick habla abiertamente sobre la depresión que sufrió conforme fue subiendo escalones en el mundo del tenis a muy temprana edad, sucumbiendo ante la presión y el interés de terceros en su persona dado el auge de su popularidad.

"La gente no entiende lo solitario que puede ser este deporte. Una vez me desperté en Shanghai a las cuatro de la tarde y no quería ver la luz del día", confiesa Kyrgios.

"Sentí que nadie quería conocerme como persona, que simplemente querían utilizarme. No me sentía capaz de confiar en nadie. Era un lugar solitario y oscuro", añade el australiano, que lleva sin competir desde el 26 de febrero, día en el que abandonó en primera ronda de Acapulco ante Ugo Humbert.

Kyrgios, al igual que otros muchos deportistas, sucumbió ante las grandes expectativas que pesaban sobre él: "Mucha gente me estaba presionando y yo también lo hice conmigo mismo. Tenía miedo de salir y hablar con los demás. Pensaba que los decepcionaría porque no estaba ganando partidos".

"Claro que echo de menos competir, pero no vivo ni respiro tenis. Hay otras cosas que me encanta hacer", zanjó Kyrgios, que aún no ha confirmado su participación en el Open de Australia, que debería arrancar el próximo 18 de enero en Melbourne Park.