Novak Djokovic vuelve a estar en el ojo del huracán... y una vez más es por su posición en relación a la pandemia. Si en el pasado generó polémica por saltarse las restricciones e infectarse, ahora el número 1 del mundo ha dejado en el alambre su presencia en el próximo Abierto de Australia, torneo del que es vigente campeón.

"La verdad es que no sé si jugaré en el Open de Australia, la situación no es nada buena. Tomaremos la decisión final en dos o tres semanas. Es una situación difícil, no sé cuántos jugadores viajarán a Melbourne esta vez", ha señalado el serbio en el diario 'Blic'.

A su vez, 'Nole' se ha negado a decir si está vacunado o no: "Me parece increíble que la sociedad te juzgue en base a una vacuna. No quiero participar en una guerra que están fomentando los medios. Por eso no revelaré si estoy vacunado o no".

La organización del torneo podría obligar a que todos los participantes estén vacunados o, en su defecto, instauraría unas restricciones que no podrían tener excepciones.

Así lo ha confirmado el jefe del gobierno de Victoria, Daniel Andrews: "No creo que los tenistas sin vacunar logren un visado para entrar en Australia y, si lo lograran, probablemente tendrán que guardar una cuarentena de dos semanas, mientras los vacunados no pasarán un periodo de aislamiento"

"Al virus no le importa la clasificación o cuantos Grand Slam has ganado. Es irrelevante", ha añadido Andrews. El próximo 17 de enero debería dar comienzo el Open de Australia... pero hasta dentro de unas semanas no sé conocerá la decisión de la organización en relación a la vacuna.