Carlos Alcaraz ya está haciendo historia a sus 18 años de edad. El español, con su victoria en dos sets ante Diego Schwartzman por 6-4 y 6-2 en la final del Abierto de Río de Janeiro, se ha convertido en el tenista más joven de todos los tiempos en conquistar un torneo ATP 500.

Este título se suma al palmarés individual de Alcaraz, donde ya contaba con el ATP 250 de Umag y el prestigioso Next Gen ATP Finals, que junta a los siete mejores tenistas menores de 21 años, y logró ganar hace apenas unos meses en Milán.

Además, esta victoria lanza directamente al español desde el puesto 29 al 'Top 20' mundial, su mejor clasificación hasta el momento. Ni el propio Rafael Nadal consiguió colarse tan pronto entre los 20 mejores.

El joven tenista es insaciable y quiere más. Reconoció que ya "piensa a lo grande" y que sus principales objetivos son "ser el número uno del mundo, ganar muchos Grand Slams y ganar una medalla olímpica".

"Me veo preparado para estar en ese nivel. Me siento increíble y estoy listo", confesó en la pista después de la final ante el argentino. "Me he sentido bien y he creído en mí. Me he sentido como en casa en mi segundo año en Río", añadió.

Alcaraz no quiere marcarse límites ni ser conformista, por lo que sus objetivos son muy ambiciosos: "Hay expectativas altas de algunas personas que piensan que puedo ser el mejor del mundo. Pero tanto mi equipo como yo sabemos lo difícil que es serlo. Hasta el momento creo que estoy en el camino correcto y si no me desvío, tendré la oportunidad de alcanzarlo".

"El objetivo era no bajar, sino seguir subiendo. Ahora tengo varios torneos en los que no pude jugar el año pasado, así que suponen una oportunidad para seguir creciendo y subiendo. Este torneo me ha dado mucha motivación y ganas de seguir jugando y subiendo", destacó.

Asimismo, el murciano se mostró muy orgulloso de este nuevo título y de dónde lo ha conseguido: "Estoy muy contento de poder haber ganado mi primer ATP 500. La verdad es que ha sido una semana llena de emociones y poder ganar esta final ha sido una gran alegría a pesar de todas las dificultades, de todas las adversidades que se han puesto por el camino, saber solventarlas de la manera que lo he hecho es muy bonito. Poder disfrutar de esto con el equipo que tengo es espectacular".

"Aquí en Río gané mi primer partido ATP, dos años después ganar el torneo significa muchísimo para mí. Cuando vine por primera vez, llegué para seguir disfrutando, a aprender de los mejores. Esta vez tenía las expectativas altas y venía pensando que puedo ganar, que soy un candidato, aunque tengo que seguir mejorando, es muy bonito", aseguró.

No obstante, confesó que "estaba un poco nervioso" porque jugaba contra "un rival que sabía lo que es ganar títulos y finales". "Yo sólo había jugado una previamente, pero mostré madurez, carácter en la pista y capacidad para sobreponerme, calmarme y estar fuerte mentalmente", añadió.

También ha valorado que los mejores tenistas ya hablen de él y le tengan en cuenta: "Que Diego diga cosas buenas de mí, significa que disimulo muy bien los nervios en los momentos importantes. Todo el mundo diferencia los puntos decisivos, y el que mejor los gestione será el que mejor le vaya. Estoy trabajando y mejorando eso, en pensar que son un punto más sin darle demasiada importancia y sin el que el rival sepa que estoy nervioso".

Alcaraz es consciente de que hay mucha confianza depositada sobre él, pero se ve preparado: "Las expectativas que la gente tiene sobre mí son altas y agradezco que vean que puedo ser el mejor del mundo, pero tanto mi equipo como yo sabemos lo difícil que es. Tengo a Juan Carlos, que ya fue número uno del mundo y me puede decir lo difícil y lo sacrificado que es llegar a serlo. Creo que estoy en el camino correcto y si no me desvío de él y sigo haciendo las cosas bien no estará garantizado, pero sí tendré oportunidades".

"Cuando voy a un torneo siempre pienso que puedo ganar, aunque estén los mejores del mundo. Aunque sé que es muy difícil y voy pensando en dar lo mejor y superarme. Si los resultados acompañan, mucho mejor. Pero la intención es dar lo mejor en cada entrenamiento y en cada partido", señaló el murciano.

La celebración en la pista de Río tras su victoria tenía un motivo: "Tengo un grupo de amigos en Murcia y entre nosotros nos llamamos Lupas, que no tiene ningún significado especial, pero nos hace gracia. Y me dijeron que hiciera una celebración especial relacionada con ese mote".