El mundo del tenis se ha despertadototalmente impactado tras recibir una noticia sorpresa que nadie esperaba. Ashleigh Barty, número uno del tenis mundial de la WTA, ha anunciado su retirada con tan solo 25 años de edad a través de la publicación de un vídeo en sus cuentas oficiales de redes sociales.

"Estoy muy feliz y preparada. En mi corazón sé que es el momento, sé que es lo correcto. Estoy muy agradecida por todo lo que el tenis me ha dado, pero sé que es el momento para dar un paso a un lado y perseguir otros sueños", confesaba convencida.

Es la reciente ganadora del Abierto de Australia y también cuenta con otros dos Grand Slam en su palmarés: Wimbledon 2021 y Roland Garros 2019. También ha conquistado 27 títulos WTA, 15 individuales y 12 de dobles.

"Es un día difícil y lleno de emociones porque anuncio mi retirada del tenis. Ya no tengo el impulso físico, las ganas emocionales ni todo lo que se necesita para seguir desafiándote a ti mismo en lo más alto del nivel. Estoy agotada", reconoció la australiana.

Barty disputó precisamente su último partido en 'casa' el pasado 29 de enero, derrotando a Danielle Collins en la final del Abierto de Australia. En una charla de seis minutos con su compatriota y también extenista Casey Dellacqua, explicó los motivos de su repentina retirada.

Haber cumplido uno de sus sueños el año pasado, marcó un antes y un después para la tenista en su carrera profesional: "Wimbledon el año pasado me cambió mucho, ganarlo era mi verdadero sueño, y luego cambió mi perspectiva. Había una parte de mí que no estaba satisfecha, que no estaba completa. Llegó el desafío del Abierto de Australia, que es mi manera perfecta para celebrar el increíble viaje que ha sido mi carrera en el tenis. Ahora quiero perseguir otros sueños".

"Ha habido un cambio de perspectiva en mi carrera, mi felicidad no dependía de los resultados. Para mí, el éxito es saber que lo he dado todo. Sé todo el trabajo que hace falta para dar lo mejor de uno mismo. Ya no tengo en mí esa motivación física, emocional que se requiere para estar en lo más alto. Estoy agotada, no tengo nada más que dar, y eso para mí es el éxito, haber dado al tenis todo lo que tengo", continuó.

"Puede que la gente no lo entienda y me parece bien, pero yo sé que tengo muchos sueños que perseguir que no incluyen tener que viajar, estar lejos de mi familia y de mi casa, que es donde siempre quiero estar. Nunca dejaré de amar el tenis, será una parte importante de mi vida, pero ahora quiero disfrutar de la siguiente fase de mi vida", concluyó.

Las reacciones por parte del mundo del tenis no se han hecho esperar. La propia WTA ha emitido un comunicado oficial con su presidente, Steve Simon, a la cabeza: "Barty siempre ha sido un ejemplo por su profesionalidad y deportividad en cada partido. Deseamos a Ash lo mejor, y sabemos que seguirá siendo una gran embajadora del tenis mientras se embarca en este nuevo capítulo de su vida. La echaremos de menos".

Lo cierto es que no es la primera vez que la australiana decide alejarse de las pistas de tenis y colgar la raqueta. Tres años después de ganar el torneo júnior de Wimbledon en 2011, Barty se cansó nada más cumplir la mayoría de edad y estuvo dos años sin pisar una pista de tenis profesionalmente.

Es más, comenzó a jugar al críquet en las Brisbane Heat hasta que habló con la propia Dellaqua y confesó: "Echo de menos probarme a mí misa y competir en el tenis y dar lo mejor de mí". Aunque después de la pandemia, en 2020, estuvo casi un año sin competir para no alejarse de su familia.

Una carrera deportiva llena de altibajos, de idas y venidas, para una joven tenista que apuntaba muy alto. Veremos si es la despedida definitiva de la australiana o si, por el contrario, la volvemos a ver acumulando éxitos en las pistas de tenis.