Andy Bean enseñaba sus heridas con total tranquilidad después de su accidente con el paramotor. Andy tuvo fracturas en el cuello, la espalda y numerosas contusiones por todo el cuerpo.

"Suerte que caí en el campo y no sobre una casa", afirma Bean, que asegura que se sintió como si le empujasen contra el suelo: "No sabía lo fastidiado que estaba, pero tenía mala pinta".

Reconoce que lo primero que hizo tras sufrir el duro accidente fue llamar a su mujer. "Le dije: 'oye, me he chocado, estoy aquí'", reconoce. Además, afirma que no recuerda nada de lo que ocurrió.

"Me puse contento cuando vi que podía mover los dedos de las manos y de los pies. Pensé que tenía rota la cadera, las costillas o los tobillos... me dolía mucho", confiesa.

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