¿Se imaginan alcanzar la gloria y no recordar nada? Pues es lo que le ha ocurrido el exjugador de rugby Steve Thompson, campeón del mundo con Inglaterra en el año 2003. Ahora, en una entrevista, ha confesado que no recuerda nada de lo que ocurrió en aquel campeonato.

El motivo es una demencia precoz que los médicos le han diagnosticado a sus 42 años. Él mismo lo ha relatado en una entrevista a 'The Guardian'.

"No recuerdo haber ganado el Mundial. Puedo verme ahí saltando y celebrando. Pero no puedo recordarlo. Honestamente, no conozco el resultado de ninguno de los partidos. No recuerdo ni haber estado en Australia", comenta.

Pero hay más. Thompson culpa directamente a la World Rugby, organismo al que demandará por "falta de protección": "No quiero matar el juego. Lo quiero regulado. Cada año un automóvil tiene una inspección técnica. Con el cuerpo debería ser exactamente lo mismo. Suena horrible, porque quizá los muchachos van a tener que retirarse a los 22 o 23 años. Pero créanme, es mejor terminar así que estar donde estoy ahora".

"Sabiendo lo que sé ahora, desearía no haberme convertido nunca en profesional. Pasé de trabajar en una obra y entrenar dos veces a la semana a entrenar todos los días, a veces dos veces al día. Desearía haber terminado mi carrera antes, tal vez mi diagnóstico no hubiese sido tan sombrío", afirma, resignado.

Y Thompson no está solo. Presentará esta demanda junto a un grupo de más de 100 exjugadores profesionales menores de 45 años. "Son todos seres humanos, y tenemos que asegurarnos de que tengan una vida adecuada después del deporte también", justifica el campeón del mundo en el año 2003.

"Es el rugby el que me hizo pasar por esto. Preferiría haber tenido una vida normal. Algunas personas prefieren las grandes luces, mientras que yo nunca quise eso. ¿Lo haría de nuevo? No, no lo haría. No puedo recordarlo. No tengo sentimientos al respecto", sentencia.