"Egoísta", "traidora" o "la vergüenza de un país". Esos son algunos de los calificativos que ha recibido la gimnasta Simone Biles por parte de varios medios conservadores de su país, Estados Unidos.
La campeona olímpica, una de las deportistas más laureadas de toda la historia, se retiró este martes de la final por equipos y no participará en la individual. El motivo fue su salud mental. Ella misma reconoció tras la final que había perdido la confianza en sí misma y que necesitaba recuperarse mentalmente.
Y estas palabras han provocado la reacción de la prensa más conservadora del país norteamericano, llegando a acusar a la gimnasta de 24 años incluso de "traidora".
"¿Esto es ser valiente?, ¿es valiente no ser valiente? Esto es 'Oh, no te has enfrentado al bullying... Ese no es el movimiento valiente", firma el periodista Clay Travis. Otros como el periodista Piers Morgan ha tachado de "chiste" los problemas mentales: "Esta es la nueva excusa para los deportistas de élite. Los niños necesitan modelos más fuertes y no débiles".
"No ha sido lo suficientemente fuerte cuando tenía que serlo. Biles no sufre ninguna enfermedad mental... solo se ha preocupado por ella y por su salud mental, signifique eso lo que signifique", afirma un artículo del medio 'The Federalist'.
El caso de Rapinoe
No es la primera vez que la prensa conservadora ataca a una deportista de Estados Unidos. Megan Rapinoe ha sido víctima incluso de constantes burlas tras varias derrotas, todo ello por sus reivindicaciones sociales.
Y ha ocurrido también en estos Juegos Olímpicos de Tokio, donde Rapinoe también está siendo víctima del odio de las redes sociales: "Ha convertido al equipo en antiestadounidense, es asqueroso".