¿Recuerdan al mítico Amyr Klink? Sus aventuras en remeros y veleros se hicieron famosas durante años. Pues su hija, Tamara, ha heredado su espíritu aventurero.

La joven, con sólo 23 años, va a afrontar un reto peligrosísimo: cruzar el Oceáno Atlántico en solitario y sobre un velero. Lo hará un mes después de realizar otra travesía por el Mar del Norte.

"Uno siempre quiere navegar un poco más, ir un poco más lejos, ir a lugares que uno no conoce y espero atravesar el Atlántico en breve", ha afirmado en una entrevista a la agencia 'Efe'.

"Tal vez intente la travesía del Atlántico en el Sardinha o tal vez en otro barco. Aún no lo sé. Porque también pretendo construir barcos para eso", agregó en referencia al nombre con que bautizó el velero de su primer viaje sola.

Este velero, 'el Sardinha', es una embarcación de nueve metros de eslora que adquirió con un préstamo en Noruega y que ha adaptado a la perfección para este tipo de viajes.

"Navegar sola es algo para lo que me vengo preparando hace tiempo. Es una etapa de mi aprendizaje y solo puedo aprender si navego sola", afirma la joven, que achaca a su padre su "inspiración": "Con seguridad fue el que me permitió soñar con esto. Si no fuese por él, tal vez no sabría lo que es navegar, lo que es estar en alta mar... entonces yo digo que también le debo a él mis sueños".

Su padre, Amyr, se convirtió en 1984 en el primer navegante en el mundo en hacer la travesía del Atlántico en solitario en un barco a remo. En 1989 hizo su primer viaje a la Antártida en un velero que él mismo construyó; y en 1999 dio su primera vuelta al mundo en solitario en un velero en 88 días.