Andrea Iannone dejó la que sin duda fue una de las imágenes de los test de Cheste de MotoGP. Su Aprilia, que no tuvo ni mucho menos un ensayo plácido, comenzó a arder en plena recta después de que su moto se rompiera y soltara aceita cuando iba a más de 300 kilómetros por hora.

"¡Me mato contra el muro a 300 por hora! ¡Ya os he dicho más de diez veces que la moto no va!", dijo un más que cabreado piloto italiano tras lo sucedido.

Lo cierto es que el cabreo de 'The Maniac' va más allá del hecho de que rompiera el motor. El transalpino sabía que estaban llevándose a cabo pruebas en la moto para buscar algún caballo extra, y eso pudo originar el incendio que vivió muy de cerca.

Además, no pudieron contar con el prototipo de 2020, y eso tampoco gustó demasiado a un Iannone que, eso sí, luego estuvo más tranquilo durante las entrevistas.

"Noté mucho calor en mis pies y el aceite salpicó la palanca de freno. Te cabreas, pero es normal. Me asusté mucho porque pasó en la recta. Probamos diferentes cosas para tener más caballos", afirmó.

Para terminar, alabó a su director técnico: "Es valiente. Quizá no debimos arriesgar tanto, pero nos llevó a encontrar algo. Salió mal y bien".