El respeto, ese pacto exento de firma que se rubrica con los valores y los principios de cada uno. Sobre este concepto ha hablado Lewis Hamilton, flamante vencedor de la presente temporada de Fórmula 1 y heptacampeón del mundo en la categoría reina, al igual que Michael Schumacher.

El piloto inglés, que ha estado casi intratable esta campaña, ha cedido muy poco a sus rivales: solo Bottas, Verstappen y Gasly le han alejado de la cabeza del podio.

De hecho, Lewis ha reconocido que la clave del éxito que reside en la relación que mantiene con su compañero y máximo rival (por el coche) reside en el "respeto", asegurando que lo que pasa en la pista se queda en la misma.

"Creo que nos respetamos. Cuando gana, sabe que lo ha hecho con trabajo duro y, cuando no gana, sabe que tiene que trabajar más duro la próxima vez. Seguimos trabajando en nuestra relación tanto de compañeros como de rivales y no dejamos que lo que haya sucedido en pista afecte cuando nos bajamos del coche", señaló Hamilton, dejando en el aire un recado para su antiguo compañero, Nico Rosberg, con el que la competencia en la pista derivó en una relación muy tensa, provocando su salida de Mercedes y la llegada de Bottas, de un carácter más tranquilo.

Desde que Rosberg abandonara la escudería alemana, Hamilton cree que ha crecido profesionalmente, pero que sigue trabajo de igual forma: "Diría que naturalmente he crecido con el tiempo, he aprendido más y más cómo trabajar en equipo y cómo ser un líder. Realmente, no creo que haya cambiado la forma en la que trabajo desde que Rosberg se fue. Generalmente, me centro en mí mismo, trabajo con mi equipo".

Por último, Lewis ha huido de excusas para justificar las carreras que no ha podido ganar al haber sido mejor Bottas: "Siempre he estado orgulloso de tener que hacer mi trabajo en pista sin poder culpar a otros factores. No puedes intentar alterar factores externos para afectar al resultado de una carrera. Si me ganan es que necesito hacer un mejor trabajo y si gano, naturalmente, es genial".