En Fórmula 1 se enfrentan a los últimos test de pretemporada, y lo que no consiga corregir aquí, tendrá que esperar a Australia. Pero al contrario que la temporada pasada, cuando Ferrari fue el más rápido, este año son Mercedes y Red Bull los que están mostrando un nivel mayor.
Sin embargo, en la escudería italiana insiste en que ellos están centrados en sí mismos y no quieren mirar fuera. No les importa lo que los demás equipos hagan, quieren centrarse en sí mismos y luego en Australia se verá que ocurre de verdad. "Estamos trabajando bien, pero al mismo tiempo vemos que en los tiempos que estamos un poco por detrás de Mercedes y Red Bull, aunque los tiempos no son muy importantes. Estamos trabajando al máximo y luego ya veremos dónde estamos. No es un desastre en absoluto. Trabajamos centrados en nosotros mismos sin prestar mucha atención al mundo exterior", ha asegurado Leclerc.
Después del duro golpe que se llevaron en 2019 cuando todo apuntaba a que serían rápidos y resultó ser todo lo contrario, en Ferrari no quieren confiarse más de lo necesario. "Creíamos saber dónde estábamos, pero luego la primera carrera fue totalmente diferente. Estoy bastante seguro de que llegaremos a Melbourne sin saber muy bien dónde estamos en comparación con el resto", ha confesado el monegasco.
Las sensaciones con el SF1000 han ido mejorando a lo largo de los entrenamiento, y pese a que Vettel es el más rápido en curva y que tiene más agarre, cuando llega la recta algo no termina de funcionar: "La mayor fortaleza del coche es la velocidad y adherencia que tiene en curva. Siempre es difícil saber si es el drag o el motor, pero al ser más rápidos en curva seguramente es el drag que nos hace ser un poco más lentos en rectas". "Tenemos que esperar para ver el rendimiento global del coche, pero estoy seguro de que vamos más rápido en curva que el año pasado. Eso es bueno y tenemos que seguir trabajando para exprimir un poco más de rendimiento", añadía Leclerc.
Sin embargo, a pesar de estar claramente un paso por detrás de Mercedes, Leclerc no ha querido darle demasiada importancia: "Nos gustaría ser un poco más fuertes en este punto de los test, pero no es una absoluto desastre".
Además es consciente de que ninguno de los equipos han "mostrado todo su potencial", siempre les gusta guardarse un par de ases bajo la manga, y por ello no quiere sacar conclusiones previas. "Yo esperaría a Melbourne para saber dónde estamos", ha zanjado Leclerc.