Da igual el coche que tenga. Da igual la posición por la que luche. Fernando Alonso siempre da espectáculo, y en el Gran Premio de China ha vuelto a hacerlo.

Tras dejar boquiabiertos ayer a los aficionados con su brillante tercera posición en la clasificación, se enfrentaba a una carrera a la defensiva, rodeado de coches mucho más rápidos que su Aston Martin. Sin embargo, salió al ataque y adelantó a Checo Pérez en la salida con una maniobra por el exterior en la complicadísima curva 1.

A partir de ese momento, su carrera consistió en controlar los retrovisores, aunque no pudo evitar que Checo Pérez y Lando Norris le superasen antes de la salida del coche de seguridad a mitad de carrera, que acabó destrozando su estrategia.

Eso obligó a Aston Martin a improvisar y montar neumáticos blandos, por lo que Alonso estaba destinado a hacer una parada más que sus adversarios. Al relanzarse la carrera, pasó a Carlos Sainz y empezó a rodar en ritmos similares a los de cabeza de carrera.

No obstante, sabía que las gomas no iban a aguantar hasta el final, por lo que hizo su tercera parada a falta de doce vueltas, cayendo a la duodécima posición. Pero esto no fue un problema para un Alonso que en apenas cinco giros adelantó a cinco pilotos: Albon, Ocon, Hulkenberg, Hamilton y Piastri, y para colmo, acabó haciendo la vuelta rápida para quitarle el punto extra a Max Verstappen.