Fernando Alonso se ha sincerado sobre sus últimos años en la Fórmula 1 mientras aseguraba que no era tarde para volver. El asturiano, mientras busca un asiento con el que regresar al 'Gran Circo', trata de correr las 500 millas de Indianápolis para lograr la Triple corona. Sin embargo, cuando todo apuntaba a que iba a firmar con Andretti, Honda vetó a Fernando, privándole no solo de este equipo, sino de la mitad de la parrilla, puesto que de 16 conjuntos, ocho corren con un motor de la marca nipona.

Este veto viene condicionado de la mala relación que tienen Honda y Alonso a raíz de su regreso McLaren en 2015. Se consideró como la reconciliación de ambos tras la desastrosa temporada de 2007, cuando la mala relación con Hamilton les privó a ambos de ganar el mundial. McLaren llevaba varias años desaparecido mientras Ferrari y Mercedes se iban haciendo con el control del mundial. Por esta razón creyeron que la única forma de cambiar las cosas era buscar un nuevo fabricante, Honda, pero finalmente las cosas no salieron como pretendían.

El motor de la marca nipona no dio los resultados esperados, fallaba continuamente, la potencia era muy inferior a Mercedes y Ferrari, en velocidad punta llegó a tener un déficit de 36 kilómetros por hora en comparación con la escudería de Brackley. Un problema tras otro acabó con la paciencia de Alonso, quien en una conversación con su ingeniero describió el motor Honda como algo "vergonzoso", y lo llamó "motor de GP2", lo que no sentó nada bien a los japoneses. Ya se lo recordaron tras la victoria de Max Verstappen en Alemania: "¡Lo ha vuelto a hacer! Eso son victorias GP2 en 2019", publicaron en sus redes sociales. Lo mismo ha ocurrido con el veto a Fernando en Indianápolis, en Honda no han olvidado, y Alonso ha aprendido la lección.

Parece ser que ahora es algo de lo que el asturiano se arrepiente de haber dicho, según asegura en una entrevista para 'F1 Racing': "Fue fruto de la frustración y tal vez no debería haber dicho eso, pero no lo dije en una entrevista para la televisión, ni en una conferencia de prensa. Estaba hablando con mi ingeniero en una conversación privada que no debería haberse hecho pública".

"Estoy feliz porque Honda gane, pero el motor que yo tuve no es el mismo que ha ganado en Brasil", ha asegurado Alonso tras explicar que ha recibido cientos de mensajes tras las victorias de Red Bull con Honda donde le recordaban sus palabras sobre el "motor GP2".

Después de tres años, tras continuas decepciones con la marca nipona, McLaren cambió de fabricante y se unió a Renault, donde mejoraron sus resultados. Sin embargo ya era tarde, Alonso se había cansado y necesitaba desconectar del 'Gran Circo'. "Cuando has estado corriendo durante 18 años no tienes tiempo para relajarte. Necesitas comer, dormir y entrenar, todo para la Fórmula 1, y necesitaba quitarme todo ese peso de encima", explica el asturiano sobre su retirada de la Fórmula 1.

Pero para él siempre fue un hasta luego, no un adiós definitivo, y Alonso explica que lo que le gusta es correr. "La gente me dice que ahora que no estoy en la Fórmula 1 puedo hacer lo que me gusta, pero lo que yo amo es correr", admite Fernando. Y es que la "velocidad y la adrenalina" son su "pasión".

Alonso lo tiene claro, su futuro está en la Fórmula 1 y aunque su coche no lleve un motor Honda, él ha querido poner paz de por medio. "Dije cosas que pensaba y que creía, porque creía que eran la verdad. A veces puedo estar equivocado. Pero veo que con las cosas que yo hago y que otros hacen, no leo cosas extras de lo que están diciendo, pero veo montañas y montañas de las cosas que yo digo", concluye el asturiano.