Pedro Acosta ya es campeón del mundo de motociclismo. El piloto español ha ganado el GP de Algarve para conquistar el título de Moto3 y ser así el primer 'rookie' en lograr el Mundial desde que Loris Capirossi lo hiciera en el año 1990.

Y, claro está, el de Murcia no pudo contener la emoción. Y lo intentó, vaya que sí, porque antes de la ceremonia del podio más que lágrimas lo que había eran nervios para ponerse el peto de campeón del mundo.

Le costó lo suyo, pero lo logró. Tras celebrar el título, toco subir al cajón... y ahí fue cuando las lágrimas le derrotaron.

"Una temporada de debut para el recuerdo", expuso la cuenta oficial de Twitter de MotoGP acompañando al vídeo de la ceremonia del podio.