"De Londres me fui llorando de impotencia y de rabia por la injusticia. De hecho, si soy clara y reflexiono, pensaba que nunca se iba a destapar porque son intereses, también, y era complicado destapar tanto", explicó Valentín ante la prensa, tras recibir la medalla de oro que le acredita como campeón olímpica en 2012.

"Recuerdo irme con un sabor agridulce de Londres porque sabía que tenía que estar en el podio y me iba sin medalla. Al final la justicia ha aparecido. El deporte tiene unos valores y unas normas que no te dejan hacer lo que te dé la gana, y tienes que respetarlas. Si no lo haces, te van a echar a un lado. Personalmente, para mí (sus rivales dopadas) no son deportistas, convierten todo en un circo y cuanto más lejos, mejor", expresó.

La leonesa reconoció que "era importante" que le "dieran esta medalla cuanto antes porque se cierra el círculo y hace que todo fluya". "Ya está, ya tengo mis medallas, y ahora el foco es dar el doscientos por cien en las siguientes competiciones", dijo, ahora que no ve a nadie superior a ella en este deporte.

"Es un deporte que no estaba desarrollado en España. Había potenciales mundiales muy grandes que pisaban a cualquier español y ahora mismo soy la mejor haltera del mundo. Hace diez años era inviable pensar algo así", rememoró.

VA A "REZAR" PARA SER ABANDERADA EN TOKYO 2020

Preguntada por si la Federación Internacional de Halterofilia, representada durante la ceremonia en el COE por su presidente Tamas Ajan, está haciendo todo lo posible para luchar contra el dopaje, Valentín tardó unos segundos en contestar. "Yo espero que sí. Yo espero que sí", repitió, reconociendo que no sabe si habrá rivales dopadas en los próximos Juegos.

"La gente ahora se está portando un poquito más, pero hay cosas que no dependen de mí. No puedo decir que sí porque estaría mintiendo y no puedo decir que no porque también estaría mintiendo. No sé cómo irán. Cada uno tiene que saber cómo actuar porque posiblemente tenga consecuencias", advirtió.

Por último, la de Camponaraya reconoció que le gustaría ser abanderada en Tokio. "El hecho real es que a nivel femenino ninguna chica española de ninguna disciplina tiene tres medallas en tres Juegos Olímpicos diferentes. A nivel masculino tenemos al gran Saúl Craviotto, que tiene cuatro en diferentes Juegos", apuntó.

"Por justicia tendría que ser yo a nivel femenino o él a nivel masculino. Voy a mirar por intentar ser yo, pero al final es una cuestión de justicia. Quien tenga que ir que sea lo más justo posible. Si fuera yo estaría encantandísima, ojalá sea así. Voy a rezar", concluyó.