Viktor Kovalenko es un futbolista ucraniano que juega en el Spezia del fútbol italiano. Allí ha relatado una terrible historia en 'La Gazzetta dello Sport', donde ha contado el asesinato de uno de sus mejores amigos, que se encontraba en Ucrania.
Su amigo se mantuvo escondido durante días y posteriormente fue detenido y asesinado. "Se escondió durante cinco días antes de intentar huir del país con su hermano y una niña. Las tropas rusas lo detuvieron en un puesto de control. Mataron a los dos hombres, y ni siquiera devolvieron sus cuerpos para enterrarlos. Retuvieron a la niña durante tres horas", relata.
Su familia continúa en Ucrania y de momento no ha podido abandonar el país: "En este momento, es imposible. Es demasiado peligroso. Si los rusos ven un coche en la zona, disparan. No les importa quién está dentro, si hay civiles, mujeres u hombres... Hay tres puestos de control antes de la frontera de Kherson".
Apenas se puede comunicar con ellos: "Llamo a mi hermano por la mañana, pero después de 20 segundos, el teléfono se corta. Las comunicaciones son difíciles. Luego, trato de llamar a mi madre por la tarde... No puedo entender cómo están, no entiendo si dicen la verdad o si se guardan algunas cosas".
Uno de los grandes temores es que las tropas rusas intervengan esas comunicaciones y localicen sus escondites: "Temen que los rusos escuchen lo que dicen, ni siquiera me envían fotos, temen que sus teléfonos sean revisados si hay una búsqueda".
"Mis padres, como muchos ucranianos, nunca salían de casa. Si se van, no encontrarán nada cuando regresen. Los rusos entrarían y se llevarían todo. ¿Qué harías? La elección es fácil. Te quedas ahí y defiendes tu hogar y tu vida. Mi padre tiene un rifle, aunque espera no usarlo, pero está listo para defenderse a sí mismo y a su familia", dice el futbolista.