Souleymane (nombre ficticio) llegó hace dos años sin ningún pariente adulto en patera a Canarias procedente de Mali.
A su llegada, fue acogido por una familia de Tenerife y rápidamente comenzó a jugar en un pequeño club de la isla.
Sin embargo, más de 700 días después, el joven de tan solo 11 años no ha podido debutar ya que carece de ficha federativa.
Por ello, Souleymane le ha escrito una carta a la FIFA para pedir que le concedan la ficha federativa que necesita para jugar.
¿Cuál es el problema de la FIFA? A raíz de diversas polémicas de clubes europeos por fichar a infantiles de América Latina, África o Asia, el organismo rector considera que al haber nacido en otro país, inscribirlos constituye un traspaso internacional.
Tras casi dos años entrenando y sin poder jugar, la pelota está en el tejado de la FIFA en Zúrich.
"Señores del fútbol, soy un niño de 11 años que quiere jugar. La única diferencia que veo entre ellos y yo es que soy negro y he nacido en África", señala Souleymane en la misiva publicada por 'EFE'.
Carta completa de Souleymane
Carta para los señores del fútbol
Soy un niño de 11 años que quiere jugar al fútbol. Llevo entrenando casi dos años y esforzándome para poder jugar pronto con mis compañeros de equipo. Ellos también quieren que juegue y siempre me preguntan cuando podré jugar. Me gusta mucho jugar de mediapunta, en los entrenamientos siempre me esfuerzo lo máximo para dar lo mejor de mí. También me gusta aprender a jugar en equipo. No me dejan los partidos y no entiendo por qué. Con esta situación a veces me siento triste, siento rabia y me enfado con la FIFA.
Los compañeros de mi equipo son los mismos niños con los que voy al cole y con los que juego y comparto muchas cosas con ellos porque son mis amigos. No entiendo por qué a ellos les dejan jugar y a mí no. La única diferencia es que yo soy negro y he nacido en África. Eso es lo que menos debería importar, pero no es así.
Durante mucho tiempo he estado preguntando todas las semanas si iba a poder jugar el siguiente partido. Hubo un momento que sí que iba a poder, cuando mi madre entregó todos los papeles a la Federación. Me hice ilusiones pero al final la FIFA me dijo que no.
Ahora me dicen que las cosas han cambiado pero yo no quiero celebrar nada hasta que no pueda jugar"