La intrahistoria del partido que enfrentaba al segundo y tercer clasificado de LaLiga yacía en los banquillos. Tras la serie de 'dimes y diretes' que circundaban esta semana sobre la enemistad entre Quique Setién y José Bordalás, uno de los alicientes del encuentro era si los entrenadores intercambiarían el clásico saludo prepartido.

Lejos de dejar atrás enfrentamientos pasados, Setién no ejerció de anfitrión y no acudió al banquillo azulón, hecho que no inquietó a Bordalás, que tampoco hizo el amago de saludar al cántabro. Al término del partido, el alicantino no esperó al pitido final y abandonó el campo eludiendo la despedida con el extécnico del Betis.

Ya sobre el verde y hablando de fútbol, el Getafe arrancó en el Camp Nou con decisión, sin miedo, ejerciendo una fuerte presión y marcaje al hombre en la salida de balón azulgrana. En los primeros compases del partido, el Getafe mandó sin posesión en campo del Barça e, incluso, llegó a adelantarse en el luminoso con un gol de Nyom, que posteriormente anuló el VAR por un claro codazo en la acción previa al tanto del exjugador del Granada sobre Umtiti.

Tras el fogonazo azulón inicial, Messi volvió a vestirse de asistente para servir un balón en bandeja de plata -con caño incluido- a Griezmann, para que el francés definiera con suma destreza ante David Soria.

Con el Getafe dando cuenta de una gran efectividad en el juego sin balón, el partido parecía quedar visto para sentencia antes del paso por vestuarios después de que, en una acción de Junior Firpo (que sustituyó a Jordi Alba por lesión) por la izquierda, de lateral a lateral, Sergi Roberto pusiera el 2-0 en el marcador.

En la reanudación del encuentro, comenzó otro partido. El Getafe se olvidó del resultado y se decidió consumar la gesta. Bordalás movió el banquillo y dio entrada a Ángel, anhelo del Barça para reforzar el ataque blaugrana, y ejerciendo su papel de actor secundario, recortó distancias en el luminoso con un gran remate al primer toque.

Los decibelios comenzaban a acrecentarse entre el público y Ter Stegen se atavió con la capa de héroe para negar el empate a los madrileños ante sus continuas arremetidas contra la meta del alemán.

Ya en los compases finales del encuentro, el partido se trabó y se sucedieron las faltas, tarjetas y acciones de reclamación al árbitro. El Getafe buscó con insistencia la portería del Barcelona, pero el tanque de la gasolina azulona estaba más que en reserva. Los de Bordalás murieron de pie en la Ciudad Condal y los de Setién meten presión al Real Madrid en la clasificación antes de recibir al Celta en el Bernabéu. Qué bonita está LaLiga. Y cuánto honor merece este Getafe.