Pep Guardiola perdió por completo los papeles al final del partido entre el Liverpool y el Manchester City. El técnico de Santpedor, muy nervioso durante todo el encuentro que los suyos perdieron por 3-1 en Anfield, entró al campo saludando jugadores para terminar yéndose directo a por los árbitros.

Con cara de muy pocos amigos, apretó sus manos mientras decía "muchas gracias por todo" de forma completamente irónica. Sus ojos parecen incluso salir de sus órbitas.

Para terminar, les dedicó un gesto algo despectivo con su dedo índice. Todo evidenció un buen cabreo de Pep con los árbitros del partido en Anfield.

Y es que Guardiola les recriminó en primer momento el cómo fue el 1-0 de Fabinho, que pudo estar precedido por una mano de Alexander-Arnold.

Además, el catalán también pidió un posible penalti en el área 'red' cuando el marcador señalaba 3-1 y quedaban unos diez minutos de encuentro. Su reacción en ese instante también fue airada contra los colegiados.

El Liverpool derrotó con claridad al Manchester City y le saca ya 9 puntos en la Premier League. Leicester y Chelsea, por delante de los de Guardiola.