El fútbol no es una ciencia. Hay muchas formas de jugar y otras tantas de ganar. Muchas opciones de buscar el triunfo y muchas vías para conseguir dar alegrías a tu afición. En el fondo, no es más que llevar la pelota a la portería del rival, pero el camino que cada uno elija para ello es libre. Guardiola, amante del toque y sobre todo de la posesión, se ha llevado una nueva lección en su filosofía gracias al 'profesor Klopp'.

Porque el fútbol pasión de Jurgen ha pasado por encima de la idea de Pep en el Liverpool - Manchester City- Se enfrentaban primero contra segundo, medían sus fuerzas los dos aspirantes más claros a levantar la Premier. El actual campeón de la competición y el rey de Europa, y finalmente el envite cayó del lado de los de Anfield.

Y todo a base de velocidad. Porque con unos contragolpes letales, el Liverpool le demostró a Guardiola que sí, que hay más formas de ver el fútbol, de ganar y de dejar más que tocado al rival. El tridente formado por Salah, Mané y Firmino fue demasiado para una defensa 'citizen' que no sabía por dónde le venían los adversarios.

Primero fue Fabinho quien abrió la lata, con un gol que pudo estar precedido por una mano de Alexander Arnold que el árbitro no apreció como tal. Fue el comienzo del ataque del depredador 'red' ante su rival, uno que continuó con Salah abriendo brecha cuando ni tan siquiera se habían cumplido 15 minutos.

En un cuarto de hora, el Liverpool ya tenía al City y a Pep en la lona. La presión, tremenda, tanto en el verde como en las gradas. Cuando trataban de tocarla los de Guardiola, tremenda pitada de Anfield. Y aún así pudieron marcar antes del descanso, pero en contadas ocasiones tenían sus atacantes opciones claras ante un bien colocado equipo de Klopp.

En cuanto volvieron de vestuarios, Mané se unió a la fiesta. Tres a cero con 40 minutos por delante y más pudieron ser de no ser porque el Liverpool dijo 'basta'. El ritmo paró y el City, perdido, fue respirando más tranquilo. No dieron la más mínima señal de poder remontar, pero al menos marcaron un gol gracias a Bernardo Silva.

La lección de Klopp a Guardiola fue total, y el Liverpool, tras el encuentro, es más líder de una Premier en la que ya saca nueve puntos al City y ocho al Leicester y al Chelsea. Solo hubo un color, el rojo, en el césped de Anfield. Y es que el fútbol se puede entender de muchas maneras. Jurgen se lo ha vuelto a enseñar a Pep.