Ashley Westwood, jugador del Burnley, ha protagonizado una de las imágenes más duras de la jornada futbolera. Nikola Vlasic, del West Ham, llegó tarde a un balón dividido y, desde el césped, tocó al futbolista rival, cuyo pie derecho quedó completamente torcido.

Ocurrió en el minuto 21 del encuentro perteneciente a la 33º jornada de la Premier League. A pocos metros del círculo central, Westwood cedió, con la puntera, el balón a uno de sus compañeros. Cuando estaba en el suelo, Vlasic se trastabilló con el pie de su rival. Inmediatamente después del golpe, el jugador del Burnley pidió la asistencia del equipo médico.

Ocho segundos después de la desafortunada acción, Vlasic se llevó las manos a la cabeza y tuvo que ser consolado por su compañeros cuando se encontraba de rodillas sobre el verde. El resto de jugadores del Burnley acudieron en ayuda de WestWood, desconsolado y prácticamente inmóvil.

Siete minutos después, WestWood abandonó el césped en camilla, con lágrimas en sus ojos, pero las imágenes de este instante tranquilizan a la afición. A pesar del estado de su pie derecho, completamente torcido, el centrocampista se marchó sonriendo.

Cuando WestWood abandonaba el césped, el público asistente del Estadio Olímpico de Londres aplaudió al mediocentro del Burnley. En el minuto 33, Weghorst anotó el primer tanto del partido, de penalti, para los ‘Clarets’, y se lo dedicó a su compañero de equipo.

Finalmente, el encuentro terminó en empate a 1, en unos 90 minutos nada tranquilos. Dos aficionados, situados en las gradas, fueron asistidos por los médicos y la primera parte, por lo ocurrido, contó con nueve minutos de prolongación.