Da igual el orden en que se diga, pero Gareth Bale fue el 'hombre invisible' en el Alavés - Real Madrid. En un partido sufrido, con frío, lluvia y un correoso rival, el galés mostró su versión de club y no hizo absolutamente nada destacable en Mendizorroza. Zidane apostó por él... y tuvo que recular.

Tuvo que cambiarle en el minuto 66 para dar entrada a Rodrygo que salió frío, y normal, al campo vasco. Poco más de una hora tuvo Gareth Bale para no hacer nada, para no participar del juego ofensivo ni defensivo de los blancos en un encuentro intenso del que se borró.

En el que no hizo más que ocupar un sitio en el once. Porque Bale fue el Bale del Real Madrid, el de las peores citas. El que está pero no está y no se nota ni que esté ni que no esté. En lo poco que estuvo en la pasada jornada ante la Real Sociedad estuvo mucho más activo que en una hora en Vitoria.

Hizo en ese envite lo que se esperan que haga habitualmente tanto por el preció que valió como por el salario que percibe, y más aún después de el 'Gales. Golf. Madrid' que disfrutó con su selección en la fase de clasificación para la Eurocopa 2020.

Sin conexión con los de arriba

Apenas tocó balón en Vitoria. Su conexión con Benzema, nula. Y su trabajo en defensa, lo mismo. Era su primer partido como titular desde el pasado 5 de octubre, y lo cierto es que no se ganó el puesto viendo además que la afición blanca tiene claro que quiere a Rodrygo por delante de él. Y está Hazard además...

Sin Eden, Bale era quien debía tirar del carro en cuanto a ser incisivo por la banda y estuvo falto de velocidad y de atrevimiento. Estuvo frío, como el día en Vitoria, y firmó otro de esos partidos flojos que tan típicos son suyos cuando se pone la camiseta del Real Madrid.

Fue el cambio de Zidane en cuanto el Alavés anotó el empate, y eso es sinónimo de que la idea que quería el galo para levantar el duelo no incluía al galés sobre el verde. Al final, Carvajal fue el héroe con un gol con a saber qué después de una dejada de Isco.

Fue el malagueño la cara del duelo, con Bale como la cruz. El de Benalmádena está 'in' en la operación Zidane de recuperación de jugadores y lo demostró con otro gran partido.