El mundo del fútbol está de luto. La Universidad de Stanford y la Federación de Fútbol de Estados Unidos han informado de la muerte de Katie Meyer, portera de la Universidad de Stanford, que ha aparecido sin vida, ayer miércoles, a los 22 años de edad.

Las autoridades continúan tratando de esclarecer lo sucedido, pero las primeras investigaciones apuntan a que Meyer, una de las mayores promesas del fútbol femenino en Estados Unidos, se suicidó en su habitación del campus de la Universidad de California. El Departamento del Sheriff del condado de Santa Clara no está tratando la muerte de la joven futbolista como sospechoso.

La portera colaboraba como asistente en el centro universitario y también cursaba estudios de historia y relaciones internacionales, un grado que modificó su "perspectiva de ver la vida y de los retos que tenemos que alcanzar trabajando juntos", tal y como confirmó la jugadora.

La figura de Meyer fue muy sonada en el año 2019, cuando realizó unas paradas determinantes para su equipo frente a North Carolina, proclamándose campeonas de la Liga Universitaria, la NCAA, en la tanda de penaltis.

Además, una de las celebraciones de la joven guardameta tras parar uno de los lanzamientos desde los once metros se hizo muy viral en redes sociales por todo Estados Unidos.

La Universidad de Stanford catalogó a Meyer como una futbolista "ferozmente competitiva", asegurando haber "sufrido una pérdida inimaginable". "Katie estaba extraordinariamente comprometida con todo y con todos en su mundo. Sus amigos la describen como una jugadora de equipo más grande que la vida en todas sus actividades", añadieron en un comunicado.

La Federación de Fútbol de Estados Unidos también ofreció sus muestras de cariño: "Los pensamientos y corazones de toda la Federación de Fútbol de Estados Unidos están con la familia, amigos, compañeros de equipo y seres queridos de Katie Meyer".