Con casi 40 minutos de retraso echó a rodar el balón durante la final de la UEFA Champions League que enfrentaba a Real Madrid y Liverpool en el Stade de France. Numerosos problemas con la seguridad del evento y los agentes policiales franceses provocó que algunas puertas del estadio tardaran en abrirse.

Los hechos ocurridos han despertado en el enfado general dentro del conjunto 'red'. Precisamente la mujer del futbolista Thiago Alcántara, Julia Vigas, ha querido denunciar en su cuenta oficial de redes sociales el auténtico calvario vivido en París. El descontrol se adueñó por completo de la capital francesa.

"No me gusta comentar estas cosas pero esta vez necesito expresarme. La final fue una pesadilla total, y esto no se trata de fútbol, va mucho más allá del resultado. Por la falta de organización y seguridad, hubo muchos momentos de miedo. Fuimos amenazados por bandas de ladrones, que intentaban asaltarnos y se colaban en el estadio sin entrada", comenzó.

"Por eso, muchos simpatizantes se quedaron fuera del estadio provocando avalanchas de gente. La Policía arrojó gases lacrimógenos a las familias y los aficionados, y algunos de ellos también fueron golpeados. Todos ellos siendo personas inocentes. Debido a todo este problema, tuvimos que salir escoltados del estadio por nuestra propia seguridad", siguió.

"Hay que hacer algo, este tipo de cosas no pueden pasar en ningún tipo de evento y pedimos responsabilidad. Pudo haber sido mucho peor...", concluyó el escrito publicado por Julia Vigas, que no ha sido la única persona encargada de denunciar públicamente lo sucedido, ya que otras personalidades del mundo del fútbol se han pronunciado al respecto.

Es el caso de Jason McAteer, exfutbolista del Liverpool que no se ha mordido la lengua y ha hablado claro acerca de lo ocurrido el día del encuentro en París. "Estoy muy triste. Mi esposa fue asaltada y mi hijo mayor fue atacado. Nunca se debería ir a un partido de fútbol y tener que lidiar con cosas así. Es algo que da miedo", señaló en 'LFC TV'.

Por otro lado, la propia ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, ha apuntado directamente a los aficionados ingleses como los principales culpables de los hechos. "Hay que tener presente que había un flujo de aficionados británicos del Liverpool sin entradas o con entradas falsas", arrancó.

"El prefecto estimó esta acumulación en entre 30.000 y 40.000 personas, lo que supone un exceso de personal de más del 45 %. Se produjo una concentración en la explanada, lo que creó problemas de seguridad y una congestión que generó una espera extraordinariamente frustrante para la gente", añadió la ministra francesa.