Tras una temporada para olvidar, el FC Barcelona arrancó una profunda renovación el pasado mercado estival de fichajes. Uno de los fuertes a reforzar era la defensa y César Azpilicueta fue uno de los nombres por los que más apostó Xavi Hernández.

El navarro, jugador polivalente capaz de jugar tanto de central como de lateral, estuvo cerca de acompañar a sus compañeros en el Chelsea Marcos Alonso y Andreas Christensen a la Ciudad Condal... pero al final todo se torció.

¿La razón? Tal y como él ha explicado en declaraciones a la 'Ser', era el capitán 'blue', su vida estaba muy asentada en Londres, sus hijos son de allí...

Por ello, Xavi entendió su decisión: "Sí, cuando tomé la decisión, al final son cosas naturales del fútbol, y siempre fui muy claro. Jamás habría llegado a mi último año y jamás hubiese hecho nada en contra de mi personalidad. Si las cosas son claras y con naturalidad se entiende y mucha suerte".

"Es mi casa, mis hijos han nacido en Londres, hablan mejor inglés que español, lo que no podía hacer es irme de mi casa de las formas que no quería, así lo demostré, con los actos, estando por el equipo y jugando cada partido. Decidí que lo mejor era seguir mi aventura en Londres y ojalá sean muchos más años allí", ha añadido.

"Estoy muy contento porque continuar en el club era muy importante, y demostrar ese compromiso en momentos difíciles. No sabía qué iba a pasar. No sabíamos quién iba a venir pero luego llegaron los nuevos dueños y me demostraron las ganas que tenían en contar conmigo para el nuevo proyecto", ha zanjado.