Las Unidades de Intervención Policial (UIP), los conocidos como 'antidisturbios', han tenido que intervenir de nuevo ante un grupo de aficionados del Leicester que estaba en Plaza Mayor para evitar que generaran altercados, si bien no se han producido detenciones.

Según informan fuentes de la Jefatura Superior de Policía, se han tratado de pequeñas intervenciones sobre las 17.30 horas, poco antes de que iniciaran el desplazamiento al estadio Vicente Calderón donde el Leicester se medirá al Atlético de Madrid.

No obstante, las mismas fuentes detallan que no se han producido incidentes relevantes y no hay ningún arrestado. Para evitar altercados, efectivos de la Policía Nacional supervisan el desplazamiento de los aficionados del equipo británico.

Los detenidos pasarán a disposición judicial

Por otro lado, los ocho hinchas del Leicester arrestados por los altercados que protagonizaron en la Plaza Mayor prestarán declaración durante toda la jornada de este miércoles y pasarán previsiblemente a disposición judicial.

Según ha indicado a fuentes policiales, los aficionados del equipo británico fueron arrestados por desórdenes públicos y atentado a la autoridad.

Los detenidos han sido trasladados a las dependencias de la Brigada Provincial de Información, situada en el distrito de Moratalaz, donde prestarán declaración a lo largo del día, para pasar a disposición judicial previsiblemente.

Entrada sin incidentes al Vicente Calderón

Los aficionados del Leicester inglés, que disputará la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Atlético de Madrid en el estadio Vicente Calderón ingresaron sin incidentes en el campo, aunque su actuación durante la tarde provocó cargas policiales en la Plaza Mayor.

Según fuentes policiales, durante la tarde se produjo una carga y fueron detenidos dos aficionados del Leicester, después de que un nutrido grupo de 'hooligans' protagonizara varios disturbios mientras coreaba cánticos de ánimo a su equipo e incluso algunas consignas relacionadas con el peñón de Gibraltar, además de arrojar botellas y causar destrozos en el mobiliario urbano.

Mientras tanto, en los aledaños del estadio Vicente Calderón ya se estaban poniendo en marcha las medidas de seguridad oportunas, con la inspección de las alcantarillas de las vías que confluyen en el estadio unas tres horas antes del inicio de partido, la ubicación de camiones policiales y agentes en los alrededores, y el vallado de la zona de la puerta 6, por la que entraron después los ingleses.

Control de pancartas y banderas

Una vez fueron llegando los aficionados del Leicester, la policía fue controlando banderas y pancartas para evitar que mostraran mensajes ofensivos o símbolos prohibidos por la UEFA; y los casi 3.000 seguidores del club inglés fueron entrando con normalidad a la zona del fondo norte del Calderón.

La llegada del autobús del Atlético de Madrid con los jugadores del equipo rojiblanco se produjo con toda normalidad, una hora y media antes del encuentro; mientras que el Leicester lo hizo con algo más de una hora de antelación al inicio del partido.

Para la seguridad del encuentro fueron desplegados unos 1.000 efectivos de las brigadas Móvil y de Caballería, unidades de intervención, guías caninos y agentes de subsuelo y de la Oficina Nacional del Deporte de la Policía Nacional, así como Policía Municipal, Samur, Cruz Roja y vigilantes de seguridad del Atlético de Madrid.